Crónica desde Sitges (2)
El Festival Internacional de cine Fantástico de Cataluña, el Festival de Sitges, es un enorme evento que acoge durante 11 días a más de 100.000 asistentes. Lo curioso es que cada una de estas personas, de alguna manera, acude a un festival diferente. A la hora de planificar un acontecimiento de tales dimensiones, hay que pensar bien qué es lo que se quiere disfrutar de la edición. Este año se proyectaron alrededor de 200 películas, hubo multitud de actividades paralelas como exposiciones, casa del horror, merchandising en la Fanshop, la Zombie Walk, etc. También, como en anteriores ediciones, hubo proyecciones especiales donde reconocidos directores ofrecen una masterclass de algún título destacado de su obra, como hizo Álex de la Iglesia con Balada triste de trompeta. La alfombra roja de las estrellas también tiene su aquel y, sin duda, en las ruedas de prensa también se pasa muy bien. Y luego, claro, está la villa de Sitges, uno de los lugares con más belleza del Mediterráneo. Como veis, hay multitud de opciones. Con tal oferta, es imprescindible organizarse y asumir que durante los días del festival se va a dormir muy poco (las proyecciones comienzan a las 8 de la mañana y, sin parar, llegan hasta las tres o cuatro de la madrugada).
Hoy, de nuevo, voy a hablaros de algunos de los filmes que más me gustaron de esta 57 edición del festival, pero he de decir que uno, Canina (Nightbich), me lo reservo para cuando se estrene (seguramente enero 2025), pues tiene mucho para comentar y es una pena no poder hacerlo con extensión.
El llanto. Pedro Martín-Calero. 107 minutos.
Tercera película española que veía en esta edición, tras Una ballena de Pablo Hernando y Daniela´s forever de Nacho Vigalondo, obras que tenían muy buena pinta pero que, finalmente, por diferentes cuestiones, resultaron decepcionantes. De repente, ante mí, El llanto, debut de Pedro Martín-Calero en la dirección. Desde su comienzo me deja petrificado, pegado al asiento. Qué fuerza, qué ritmo, qué bien grabada. Al acabar de verla, con los títulos de crédito y su increíble banda sonora sonando, entiendo por qué ganó en el festival de San Sebastián la concha de oro a mejor dirección, siendo también candidata a mejor película.
El llanto nos habla de una maldición que recorre a las mujeres de una familia. Esta maldición podría ser la metáfora de la violencia que sufren todas las mujeres, generación tras generación. La joven Andrea (maravillosa Ester Expósito) se entera de que ha sido adoptada. Su lugar de origen está en Argentina. Mientras esto sucede, comienza a descubrir, en sus dispositivos electrónicos, una presencia que nadie puede ver a simple vista. La tratan de loca, pero como con tantas otras, se equivocan.
No se la pierdan, se estrena el 25 de octubre en nuestras salas. Vale mucho la pena.
Call of water. Élise Otzenberger. 90 minutos.
Todos los años, en Sitges, se descubre alguna pequeña película que sorprende al personal por su sinceridad y su buen hacer. Este año, tuve la suerte de haber elegido esta película llamada en su título original Par amour.
Sarah, interpretada a la perfección por Cécile de France (Alta tensión, Más allá de la vida…), es una mujer agotada por el cuidado de sus dos hijos de 9 y 5 años. Una tarde de playa, durante unas horas, pierde al mayor de ellos. Al encontrarlo, todo cambia. El niño le dice que en el agua ha contactado con extraterrestres. Tras esto, la obsesión va a más y esta luchadora madre tendrá que decidir si apostar por psicólogos, bloquear esos pensamientos, censurarlos…o intentar ponerse al lado de su hijo con todas las consecuencias personales y familiares que pueda acarrear esta decisión.
Call of water es una preciosa película que trata sobre la dedicación, la apuesta por los hijos y la familia, pase lo que pase. Sin duda, como demuestra la película, por amor se puede llegar a hacer cualquier cosa. Estreno en cines el 15 de enero de 2025.
Nunca te sueltes. Alexandre Aja. 101 minutos.
Alexandre Aja, premio máquina del tiempo 2024 en Sitges, nunca falla. Director entregado al género de terror, siempre aparece con propuestas novedosas e interesantes. Atrás quedó su adrenalínica Alta tensión, su muy interesante remake de Las colinas tiene ojos y tantas otras películas, siempre atrayentes y entretenidas.
En Nunca te sueltes nos presenta a una perturbada madre (muy bien interpretada por Halle Berry) que vive junto a sus hijos mellizos en una cabaña del bosque. Ellos nunca han conocido a nadie, excepto a su progenitora. Están educados en una paranoica realidad donde deben estar unidos a una cuerda pegada a la cabaña. La madre les cuenta, junto a una increíble mitología, que el bosque que les rodea está maldito, llenos de monstruos que solo ella puede ver. Cuando uno de los dos hermanos comienza a dudar de su ascendente… todo este mundo familiar comienza a resquebrajarse.
Buena película de Aja. La tensión y los sustos están asegurados. Film lleno de giros que, en general, funcionan a la perfección y mantienen al espectador pegado a la pantalla. Hale Berry está genial. Se estrena en salas el 31 de octubre.
Cukoo. Tilman Singer. 102 minutos.
Cuckoo es la nueva película de Hunter Schafer, actriz que nos deslumbró en la serie Euphoria, compartiendo amores y dificultades con Zendaya. Si en esa serie, ya de culto, brillaba, no lo hace menos en esta modesta pero interesante propuesta.
Gretchen (Hunter Schafer) viaja a los Alpes alemanes (es una coproducción alemana-estadounidense) junto a su padre, su madrastra y la hija de estos. Al poco de llegar empieza a ser perseguida por una monstruosa mujer, a la par que comienzan a ocurrirle sucesos insólitos. La extraña presencia nos engancha desde el comienzo. Poco entendemos de ese ser. A la que sí comprendemos es a Gretchen, gracias a la estupenda interpretación de la actriz protagonista. Avanzaremos en la trama y en el misterio con mucha elegancia hasta llegar a un final un tanto desbocado, diferente al resto de la obra, donde aborda, desde el fantástico, el mundo de la fertilidad. Aun con algún altibajo, Cuckoo es una película realmente entretenida.
Mi consuelo: queda menos de un año para regresar a Sitges.
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