domingo, 16 de octubre de 2011

Bitácora de vacaciones. Nuakchot( Mauritania) .Publicado en el Diario de Ferrol en Septiembre del 2011



Cuando me llegó la noticia de que mi hermana María, cooperante internacional, dejaba las Honduras para comenzar una nueva vida en el continente africano, supe, por supuesto, cuál iba a ser mi nuevo destino vacacional. Ante esta certeza, surgieron muchas preguntas sobre este desconocido (para mí  y para tantos) país llamado Mauritania.
Las experiencias que paso a relatar a continuación, deben tomarse como reflexiones de un viajero  mínimamente iniciado en la cultura e historia del lugar. He de reconocer que tras mi visita, dejé el país con muchas más preguntas que respuestas.
 Fundado como colonia francesa a finales del siglo XIX, al igual que el resto de estados africanos, fue un territorio conquistado y repartido, con escuadra y cartabón, por las diferentes potencias  europeas. Tiene unas dimensiones aproximadas al doble de España y está incrustado en el  infierno que es el desierto del  Sáhara, el cual hay que recordar, tiene un tamaño similar a EEUU. Este impresionante arenal tiene sus maravillas pero, desde luego,  también   extremos y peligros. Ha sido habitado, desde hace cientos de años, por diferentes poblaciones nómadas habituadas a estas “imposibles” condiciones. De ello sabe bien el pueblo Saharaui, forzado a su destierro en Tindouf.
En el oeste del desierto,  Mauritania. El ochenta por ciento de su población, hasta hace cincuenta años, eran nómadas. Esta situación ha dado la vuelta y ahora se encuentra la misma proporción en diferentes asentamientos, la mayor parte en la capital, Nuakchot. Este hecho, en mi opinión, marca el presente del país,  en continua construcción, tanto física como culturalmente. Las costumbres, al menos en la ciudad, son las que van incorporando las diferentes etnias y nacionalidades que pueblan el lugar.
 En Mauritania, se distinguen claramente tres etnias(aunque conviven muchas más ): los beidan, blancos de origen árabe-bereber, antigua población nómada, la cual mantiene una estructura económica y cultural ligada al desierto;  los halpulares, población negra ganadera,  históricamente sometida a los beidan, y los haratines, etnia muy singular, cuya población es de raza negra aunque con rasgos faciales árabes .Esto se debe a que, a lo largo de los  siglos, fueron esclavos de los beidan blancos, produciéndose la mezcla. Era habitual que el amo blanco violase a la esclava haratin para así tener más servidumbre y de ahí sus peculiares rasgos físicos. En la actualidad, mantienen una posición social más baja que los árabo-bereberes blancos, aunque con las mismas costumbres y cultura que ellos .Hay que tener en cuenta que en Mauritania, hasta 1981, era legal tener esclavos y hasta 2007 no se penalizó el tenerlos (pues seguía su utilización).
 Vista la variedad de etnias, tan diferentes en cultura y proceso histórico, es obvio que, cuando los europeos realizaron el reparto de África , las fuerzas colonizadoras no se preocuparon  de establecer estados a partir de la zona  habitada por cada etnia( véase como ejemplo la independencia estos últimos tiempos de Sudán del Sur), sino de los propios intereses de cada potencia. Quizás, en mi opinión, el elemento de unión más claro de las diferentes etnias en el país es la religión musulmana.
Sobre la forma de vida de sus habitantes, hay que decir que en un país donde la mayor parte del terreno es desierto, las dificultades para desenvolver la agricultura son evidentes. Solamente el 0.5 por ciento del suelo de Mauritania es aprovechable. Hay que recordar que es un país ubicado en el desierto. El comercio, labor desempeñada por los habitantes de la zona cuando el sedentarismo era mínimo, sigue siendo la fuente de trabajo más importante para los pobladores. En Nuakchot, se encuentran multitud de mercados. En estos, se destinan zonas casi exclusivas para cada oficio o producto: ferreterías, calzado, telas, colchones, bidones, …
 El calor y la gran humedad acompañan en todo momento en la visita. Respecto a las  lluvias, son realmente escasas. Son Agosto y Septiembre los meses que las registran. Se producen de manera torrencial y, desde luego, un  terreno tan árido no está preparado para recibirlas. El hecho de que en la ciudad de Nuakchott, la capital de país, con alrededor de un millón de habitantes, no tenga alcantarillado, imagínense lo que supone. Tan sólo viví una noche de lluvia y los resultados para la ciudad fueron realmente desastrosos. Pequeños lagos que se formaban, aquí y allá, por las calles hacían que moverse sobre ella fuese realmente complicado. Las altas temperaturas (llegan a los 45 grados centígrados en los meses más calurosos), se hacen más llevaderas con una buena jaima. El que esto escribe se llevó una gran sorpresa al ver, y comprobar, como algo similar a una colcha, colocada correctamente, (sin una correcta colocación lo único que produces es un efecto invernadero) hace circular de tal manera el aire, ascendiendo el caliente, que estar bajo ella te depara un agradable frescor. Pura ciencia.
El nivel de vida es realmente bajo, excepto para una pequeña clase emergente. La pobreza, y la miseria, abundan en el país. El analfabetismo, al igual que la desnutrición infantil ronda el 40 por ciento de la población y la tasa de mortalidad infantil en menores de 5 años es del 12 por ciento. Con estos datos, no es raro encontrar a Mauritania en el puesto 136 de 169 del índice de desarrollo humano ( por cierto, que en este índice, el cual muestra la calidad de vida de los habitantes de cada país a partir de diferentes ítems evaluados, Noruega ostenta el primer puesto. Mal anda este planeta si la sociedad que, a priori, disfruta de mejores condiciones de vida, está infectado con fundamentalismos ideológicos ultra-derechistas como los que originaron las matanzas de Oslo y Otoya).
Es realmente triste ver al pueblo mauritano en situación tan precaria cuando en todo el Estado se encuentran recursos impresionantes. La pesca, como bien sabe España, es uno de ellos. 800.000 toneladas de pescado salen anualmente del país con destino Europa. Por supuesto, realizada esta pesca por empresas extranjeras que dejan mínimos beneficios para el país. También es preciso hablar del oro, el petróleo, hierro... Y como digo, pesca;mucha pesca…
 Hablamos de estos recursos para una población de menos de tres millones de personas; es decir, una cifra similar a la población gallega. ¿Estaría en las paupérrimas condiciones actuales si fuesen estos recursos manejados por el Pueblo Mauritano en su propio beneficio? Evidentemente, no. Quizá, el día que tengan la fuerza y la organización suficientes para reclamar lo que les pertenece, el saqueo haya sido de tal magnitud que ya no quede mucho para repartir (¿Cómo sería la actual Bolivia con sus minas de Potosí  íntegras? Y, ¿ qué hará Occidente cuando todos estos recursos se hayan agotado? La respuesta es fácil: irse a otro lugar .
La pesca… Yo, inexperto pescador cuyo único disfrute de este arte transcurrió durante mi niñez, junto a mi abuelo, comprobé lo bien diferente que es ser pescador en la costa gallega o en sus ríos, donde es necesaria una paciencia que algunos no tenemos, en comparación con hacerlo en Mauritania. Es otro concepto. Tal es la abundancia de peces, que volver con el cesto lleno se convierte en lo normal.
Una reflexión. Cuando se viaja a Latinoamérica, a pesar de ver situaciones realmente complicadas, siempre sientes una sensación de esperanza de que las cosas vayan a mejorar. Esto responde a la unión de sus pueblos, a su espíritu de lucha y a su organización. El cambio económico y político que se está dando en casi toda ella lo demuestra. Sin embargo, cuanto más te adentras en la África negra, da la sensación de que sus pobladores parten con mucha desventaja, debido múltiples factores, pero muchos de estos achacables a Occidente: el saqueo sistemático, la esclavitud permanente durante cinco siglos, el sometimiento económico y un largo etcétera. La práctica inexistencia de unión entre las clases trabajadoras no permite vislumbrar, a corto plazo, un verdadero cambio, cuando menos en Mauritania. La política, a golpe de estado.
Ojalá me equivoque y en el  África negra se produzcan movimientos liberadores como los realizados en la presente Primavera Árabe.
Para finalizar, decir que ha sido el viaje de las fotografías nunca sacadas( el ambiente que se vive en el país después de los movimientos de cúpulas de Al Quaeda, incluido el secuestro de dos  españoles, no invita al visitante a andar con mucha ligereza):la infinidad de burros que siguen haciendo el servicio que con tanta energía desempeñaron en España; las cabras comportándose por el centro de Nuakchot cual si fuesen perros; mujeres negras pintadas con maquillaje blanco, portando pelucas lisas y los niños, tantos niños con exactamente la misma sonrisa que la de cualquier otro infante de este planeta.


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