miércoles, 28 de septiembre de 2011

Galicia, retorno al pasado. ( Publicado en la revista Razón socialista en el año 2009)


Hace unos meses, la población gallega vivió el regreso del Partido Popular al poder en Galicia. Gran parte de los votantes de izquierda, achacaron esta victoria a los deberes mal hechos por el bipartito: a no saber ofrecer una verdadera política de izquierdas, a proceder en determinados asuntos, como puede ser la ciudad de la cultura o la planta de gas de Reganosa, de forma continuista y adoptando posiciones mantenidas anteriormente por el gobierno del señor Fraga.
La población gallega castigó al PSDG y al BNG, perdiendo éstos una oportunidad fundamental para afianzar políticas progresistas en Galicia.
Pero en poco tiempo, medio año después del regreso, vemos claramente lo que supone tener en el poder a un partido derechas.
Recortes sociales es el medio que pone en marcha el PP en la política gallega y, sin duda, el sector de la educación está siendo el que está sufriendo en mayor medida la política adoptada por los populares.
La primera sorpresa, la noticia del fin de la gratuidad de los libros. Durante el mandato del bipartito, los libros de texto eran propiedad de los centros educativos, los cuales junto a representantes de los padres y el propio alumnado se tenían que hacer cargo del buen uso y estado de estos. Estos libros se iban pasando de curso en curso, lo que promovía, aparte de un evidente ahorro a las familias, una estructura solidaria en los centros, donde los alumnos eran los protagonistas y los que, verdaderamente, debían de hacerse cargo del buen uso del material escolar. Un sistema que  garantizaba la educación universal y gratuita.
De repente, con el único intervalo de un verano de por medio, se da marcha atrás a este progreso y volvemos a la compra y acumulamiento, año tras año, de los libros de texto en nuestras casas. Mientras las familias aprietan el estado de sus cuentas, las editoriales se hacen la “boca agua” ante el renacer de un boyante negocio.
Aparte de este hecho, en nuestra comarca estamos encontrando en muchos centros, verdaderas dificultades para poder afrontar con normalidad el comienzo de curso.
La primera alarma saltó en el colegio “Atios” de Valdoviño. En el centro recibieron 210 solicitudes para disfrutar del comedor escolar del centro. El personal de cocina, integrado por una cocinera y una ayudante, tan sólo puede ofrece la comida a 150 personas. Esto significa que 60 alumnos no pueden comer en el centro, cuando muchos de ellos tienen clase por la tarde y la distancia a sus casas,  les imposibilita el ir y volver a comer a sus hogares. El problema se solucionaría con el respaldo en la cocina de una persona más para estas labores, hecho por el que luchan en el centro.
La escuela oficial de idiomas de Ferrol, se encuentra a comienzo de curso, con la desagradable sorpresa de la notificación del recorte de tres profesores en su centro (dos de inglés y uno de gallego), no pudiendo mantener la oferta educativa de la misma manera. De todos modos, hay que comentar que en un principio el recorte propuesto por educación era de once profesores. Incomprensible.
En la misma línea, estamos viendo las movilizaciones que está llevando a cabo la comunidad educativa de colegio público Manuel Masdías de Caranza. Este centro cuenta con 53 alumnos con necesidades educativas especiales, pero no tiene profesorado de apoyo suficiente para asegurar una educación, donde los alumnos de este colegio tengan las mismas oportunidades que los estudiantes de cualquier otro centro educativo. Como decía la representante del AMPA del colegio, “la situación es extrema, porque los profesores no pueden atender a los niños, ni en las clases, ni en el comedor”.
Situaciones como las que estamos viviendo, deben hacer que los partidos políticos progresistas se replanteen sus políticas, regeneren sus ideas para lograr convencer a una ciudadanía que realmente está harta de encontrarse políticas estáticas, o como la que tenemos en la actualidad: retrógrada.









1 comentario:

  1. A partir del 20 N, más, mucho más de lo mismo, sin corregir y aumentado a nivel del estado español. Lo que ya no se entiende es que, viéndolo venir, la Izquierda etiquete su derrota como inevitable. Si lo de Galicia fue un "retorno al pasado", ahora asistiremos, lo que tiene su ironía esperpéntica, a la resurrección de un franquismo travestido de "demócrata de toda la muerte", otra vez en cruzada para salvarnos de ellos mismos.
    La película ahora no sería la de Tourneur; podría llamarse "Ensayo sobre la ceguera"...Lo peor es que estamos hablando de la nuestra...

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